jueves, 21 de octubre de 2010

ENSEÑARLES A VIVIR. LABOR DE UNA GUERRILLA

Lo  primero que hizo la guerrilla médica al llegar a Talayuela fue comprobar los datos conocidos. La mitad del pueblo estaba, o había estado recientemente, atacada de paludismos. La Sanidad del Campo registra, en 1913:
“Talayuela. Paludismo grave, estío otoñal. Morbilidad anual 300. mortalidad, 2”, pero los habitantes de este lugar, según la guía son 587. La comisión empieza por hacer el censo y encuentra 690. -¿Cuál será la verdadera población de España?-. Pronto reúne las fichas de todos, sus antecedentes, exámenes de sangre y demás observaciones indispensables. Encuentran paludismos insospechados en personas que nunca se habían creído enfermas. Luego traza el cuadro demográfico de Talayuela según los datos del juzgado municipal. La proporción de mortalidad es terrible: 28 en 1915, 26 en 1917. Al año siguiente mueren en Talayuela  52 personas. Queda casi diezmado. Al otro 36. La gripe se ensaña en organismos minados por las fiebres palúdicas. Aparecen relativamente pocas víctimas de paludismo en las estadísticas. Hiere él; otras enfermedades  dan el golpe de gracia. Después del censo, la comisión traza su plano de Talayuela, casa por casa, habitación por habitación, las alcobas y las cochiqueras. Allí consignará la existencia de enfermos. Pondrá una crucecita en el cuarto donde halla “niño palúdico”, y en el mes de agosto, el plano se llenará de cruces. Pintará de colores esas viviendas en su mapa, según el número de anofeles que aparecen en cada una, y cuando pase de ciento pondrá una mancha verde bronce, que aquí es el banderín de alarma. Queda en blanco la iglesia. No encuentro en el plano las escuelas antiguas, pero junto al Ayuntamiento, al lado de las escuelas nuevas, que yo he visto, asoma en enero la tacha verde. En blanco aparece también un rectángulo, cercados de tapias encaladas, típico cementerio de aldea extremeña.
¡Tan quieto, en su melancólica y escueta geometría, donde nada sobra! ¡Tan abstracto, tan fuera del mundo, tan reposado, y es la  oficina que más trabaja en Talayuela!
Ya con esto empieza la faena.
A)    Curación de enfermos.
B)     Destrucción diaria de mosquitos.
C)    Destrucción de larvas.
Abierta la consulta acuden enfermos, no sólo de Talayuela, sino de todo el contorno.
Este afluir de palúdicos, en cuanto se corrió la voz de que eran recibidos, se hizo tan grande, que fue necesario reglamentarlo.
Los alcaldes mandaron pregonar en todos los pueblos que la consulta se pararía los lunes y miércoles, desde las nueve.
La  labor que nos impusimos fue ardua, y durante los meses de verano muchas veces excesivas. Hubo días en que los médicos presentes, nunca más de dos, tuvimos que ver a más de cien enfermos y hacer 80 análisis de sangre.
Diez o doce horas en un pabellón donde subía la temperatura a más de 40 grados. Después, en pleno invierno, llegaban enfermos de muy largas  distancias, a veces a caballo y a veces a pie.
Seguimos el método de entregar el tratamiento para quince días, y hacer volver, pasado ese tiempo, a los enfermos para entregarles la cura atenuada. Al principio faltaron muchos; pero cada vez volvían más, y ahora son pocos los que faltan a la cita. Desde hace ya tiempo, entregamos la quinina en sobres, en los que se anota la filiación del enfermo y se le indica la manera de tomar la medicación. Llevan, además, impresos algunos consejos para el tratamiento. A la vez entregamos a cada enfermo una tarjeta con el resultado de análisis de sangre, para que se lo hagan ver a su médico.
Bajan enfermos de toda la zona cacereña del río Jerte al Tajo,  del Campo Arañuelo, de toda la Vera al Sur de la Sierra de Gredos y sus estribaciones, Sierras  de Maltillejo, del Guijo, de Tormantos. En algunos pueblos de la Vera cree la comisión que existe un “paludismo autóctono”. Pero la  gran mayoría de los casos se dan en personas que bajan a ambas orillas  del Tiétar, a la Bazagona, al cultivo del pimiento y luego vienen infectados.
Talayuela es un pueblo típico del Campo de Arañuelo. Jarandilla de enorme contingente. También Jaraíz, pueblo muy trabajador que sale “al pimiento”. Y hasta Navalmoral de la Mata.
En las afueras de la población, y tocando las últimas casas, hay charcas con abundantes  larvas, y en la campiña circundante hay mucho paludismo.
Yo he observado que en Navalmoral de la Mata los establecimientos más suntuosos, los  que conservan luz encendida hasta más tarde, no son los bares, sino las farmacias. Sin duda es el centro de la quinina, el gran mercado de febrífugos y reconstituyentes.
Pero volvamos a Talayuela. Si alguien cree que sus seiscientos habitantes no merecen ocupar tanto tiempo nuestra atención, les diré que el número de talayuelos esparcidos por Extremadura y por toda España es incalculable. Y que  voy derecho, sin digresiones, a decir lo que importa. En el primer año de campaña de Talayuela se vio ya claramente la mortalidad infantil [...] Había desaparecido una de las camas que ponían a los niños – y a los grandes en peores condiciones de resistencia. No hubo en el pueblo ninguna defunción por paludismo.
Es decir, que le pavoroso dragón es vulnerable, que el paludismo es, por esencia, una de las enfermedades curables, y que podría estar vencida si fueran por los pueblos de España no una, sino cien comisiones a curarlos, y, sobretodo, a enseñarles a vivir. Los muchachos que irán este año a la escuela de don Fermín, han salido vivos de la mala crianza por milagro, y por un poderoso poder de adaptación- de conformidad -, siempre incompleto. “ La reglamentación de la lactancia es un mito, los niños están de continuo colgados  del pecho de su madre”. Muy pronto le dan papillas mal preparadas. “Casi todos, a los pocos meses, han probado ya el cerdo”. La limpieza es desconocida.
Las madres dejan que les crezca una gruesa capa de caspa para que no enfermen de los ojos. También les cuelgan del cuello amuletos de hierro para evitar las fiebres que da la  Luna.
   Tomado del libro: “Viaje a las escuelas de España. Extremadura” de Luis Bello.
Editan :
  • Diario Hoy.
  • Plan de Fomento de la Lectura.
  • Editora Regional Extremeña.
 

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